EVITE EL RIESGO DE DEPORTACIÓN:
Lo que Deben Saber los Inmigrantes en Estados Unidos

En el año fiscal 2023, el Gobierno de Estados Unidos ejecutó la expulsión de 142,580 individuos indocumentados, marcando un aumento notable que casi duplica las cifras del periodo fiscal anterior, según el reporte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Las cifras difundidas revelan un panorama impactante entre el 1 de octubre de 2022 y el 30 de septiembre de 2023, donde las deportaciones se dispararon, superando ampliamente las 72,177 registradas en el año fiscal 2022. De manera destacada, dentro de estas estadísticas, resalta que 62,545 deportaciones se llevaron a cabo bajo el amparo del Título 42, una medida de emergencia que permitía expulsiones expeditas desde la frontera y que fue suspendida en mayo de este año, marcando un punto de inflexión significativo.

Comparativamente, en el año fiscal 2022 se emitieron 65,076 órdenes de expulsión, resaltando la magnitud de los cambios implementados en las políticas migratorias. Estas estadísticas no solo reflejan números, sino también el impacto directo en las vidas de aquellos afectados por estos procesos.

La deportación, más que un proceso legal, es un acontecimiento que resuena en cada rincón de la vida de quienes lo experimentan. La deportación puede tener consecuencias devastadoras tanto para los individuos como para sus familias. Los deportados pueden ser separados de sus seres queridos, lo que puede resultar en una angustia emocional significativa. Además, pueden perder su empleo, lo que puede llevar a dificultades económicas y a la incapacidad de mantener a sus familias. En su país de origen, pueden enfrentarse a la discriminación, la violencia y otras formas de persecución de las que inicialmente huyeron. En algunos casos, pueden ser deportados a un país con el que ya no tienen una conexión significativa.

Enfrentar un proceso de deportación puede ser abrumador, pero es esencial que cada individuo comprenda y defienda sus derechos con valentía. Aquí desglosamos los derechos de los inmigrantes en este complicado trayecto, armando un mapa crucial que los empodera ante los desafíos legales:

1. Derecho a un Abogado: La Fortaleza de la Representación Legal

   Cada inmigrante tiene el derecho fundamental a ser representado por un abogado durante los procedimientos de deportación. Aunque a diferencia de los procedimientos penales, el gobierno no está obligado a proporcionar un abogado a aquellos que no pueden costearlo, insistimos en la importancia de buscar esta asistencia legal. Un abogado experto puede ser la piedra angular para construir una defensa sólida y hacer que tu voz sea escuchada en el tribunal de inmigración.

2. Derecho a Permanecer en Silencio: La Fuerza del Autocuidado Legal

   En medio de la adversidad, los inmigrantes tienen el derecho valioso de permanecer en silencio. Este derecho les permite evitar responder a preguntas que puedan ser utilizadas en su contra. En un proceso donde cada palabra puede tener un peso significativo, el derecho a permanecer en silencio se convierte en una herramienta poderosa para salvaguardar la propia posición legal.

3. Derecho a Negarse a Firmar Documentos: Protegiendo tu Estatus Migratorio
   

   Los inmigrantes no solo tienen el derecho de permanecer en silencio, sino también el derecho de negarse a firmar documentos sin la presencia de un abogado. La importancia de este derecho radica en la capacidad de evitar compromisos legales que puedan tener consecuencias graves para el estatus migratorio. La prudencia y la precaución al firmar cualquier documento son claves para salvaguardar el futuro.

4. Derecho a una Audiencia ante un Juez de Inmigración: El Escenario para la Defensa Justa

   En el corazón del proceso, los inmigrantes tienen el derecho vital a presentar su caso ante un juez de inmigración. Este juez será quien determine si tienen el derecho de permanecer en los Estados Unidos. Esta audiencia ofrece la oportunidad de exponer argumentos, presentar pruebas y luchar por la justicia. Defendemos este derecho como la esencia misma de un sistema legal que debe garantizar una defensa justa para cada individuo, independientemente de su origen.

El proceso de deportación en los Estados Unidos, aunque guiado por normativas legales, se revela como una travesía intrincada y de múltiples capas. Todo comienza cuando el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) emite la crítica Notificación de Comparecencia (NTA), anunciando formalmente el inicio del procedimiento de deportación. La persona afectada es convocada a comparecer ante un juez de inmigración, marcando el inicio de un camino legal complejo.

En la audiencia inicial, el juez expone los cargos y derechos legales al individuo. Se le otorga la valiosa oportunidad de contratar a un abogado, aunque a diferencia de los procesos penales, el gobierno no asume esta responsabilidad en caso de dificultades económicas del individuo. Aquí, en nuestras oficinas, nos convertimos en el faro de guía legal, ofreciendo el apoyo necesario para que cada individuo pueda ejercer plenamente sus derechos.

La capacidad de solicitar alivio de la deportación, como asilo, cancelación de la remoción o ajuste de estatus, añade un componente crítico al proceso. Si se otorga el alivio, se brinda la oportunidad de permanecer en los Estados Unidos, permitiendo una continuidad en la vida de la persona. En contraste, la negación conlleva la emisión de una orden final de deportación, marcando el triste adiós a un lugar que en algún momento fue hogar.

La política de inmigración en los Estados Unidos ha experimentado varios cambios en los últimos años. Estos cambios han afectado a diversas áreas, como el asilo, la deportación, la detención y la elegibilidad para ciertos beneficios de inmigración.

Ejemplificando estos cambios, se han implementado políticas que restringen la capacidad de los individuos para buscar asilo en la frontera estadounidense, desafiando la narrativa de esperanza y refugio. Paralelamente, se han ampliado los motivos que pueden llevar a considerar a un individuo como deportable, intensificando las tensiones en un sistema ya de por sí tenso.

En este telón de fondo dinámico, es crucial que los inmigrantes estén plenamente informados acerca de estas transformaciones y comprendan la manera en que podrían afectar su estatus migratorio. 

Aquí, en las Oficinas Legales Alice de Antonovsky, reconocemos la importancia de contar con un faro confiable en medio de estas aguas tumultuosas. Un abogado de inmigración no solo proporciona asesoramiento, sino también orientación actualizada, asegurándose de que cada individuo pueda tomar decisiones informadas y estratégicas en medio de estos cambios en constante evolución.